Hace muy poco descubrí qué significa la procrastinación y ahora no paro de ver esa palabra por todas partes. No sólo la veo, sinó que también la practico. Procrastinar es posponer cosas que tienes pendientes substituyéndolas por otras cosas más irrelevantes, y es una cosa que llevo toda la vida haciendo, y no sabía que tenía un nombre tan guay. Pues entre pitos y flautas, se me ha tirado mayo encima y ni me he dado cuenta. Abril no ha existido.
La semana pasada, a veintitantos, me di cuenta de que aún no había arrancado la hoja de marzo en el calendario. Hoy he visto que mi última entrada al blog fue el 24 de marzo y me he sorprendido porque creía que hacía por lo menos un mes. El otro día se posó un gorrión frente a mi ventana en las acacias desnudas de mi plaza y le saqué una foto con mi 300 (con la que ilustro esta entrada), pensando que qué bonita estampa hivernal, pero resulta que hace ya como seis semanas que es primavera. Tengo un transtorno cronológico. Abril ha pasado sin que yo me dé cuenta.
Pero, ¿qué ha pasado en Abril? En Abril han sucedido un montón de cosas. Mi primer tweet de Abril decía "Existe un calcetín diseñado para el pie derecho o todos los calcetines del mundo son ambidiestros?". Fui a ver una peli portuguesa que duró cinco horas; se llama Misterios de Lisboa y sólo la hacían en Sant Feliu de Llobregat, con lo que entré en el cine a las 19:30 del domingo y llegué a mi casa a la 1:30 del lunes. Ha habido unas vacaciones a las que la gente llaman con un nombre muy chungo que me da mal rollo reproducir (yo las llamo "puente") y Sant Jordi este año ha caído en medio de ese puente. A lo mejor es eso, que no ha habido ese día frenético de flores para todo el mundo, ni regateando a las gitanas, ni regalando libros que mis amigos ya tienen, ni dando empujones Rambla arriba. Quizá por eso Abril aún no ha llegado. Lo chungo es que ahora estoy de pleno en el último mes de clases y, sin haberme mentalizado, tengo una maratón de trabajos, lecturas, exámenes y estrés que compaginar con cosas inútiles y nada urgentes. Bienvenidos a Mayo.
¿Lo ves? Procrastinar es ponerse a actualizar este blog que nadie lee.