martes, 9 de septiembre de 2014

Nuestro ritual de celebración

Sabía que no podía escribir sobre ti sin echar una lagrimilla, por eso este primer párrafo es el último que en realidad escribo esta vez. La vida da muchas vueltas y las nuestras llevan ya casi media vida girando juntas. De una manera o de otra, siempre has sido como mi satélite. Más cerca o más lejos, pero siempre sin perdernos de vista. Justo como en la canción de Natalie Imbruglia: cause you are my satellite, so I'm trying to keep you in sight

Porque siempre has estado dispuesto a recibirme con el bote salvavidas y los brazos bien abiertos cuando hiciera falta. Ni la distancia física consiguió separarnos un pelo. Quizá estuvieras seiscientos y pico kilómetros más para allá, pero siempre estabas al alcance de la mano. Hoy eres lo primero que veo al levantarme y no se me hace extraño: llevas quince años formando parte de mí.

Así que levantemos la taza, brindemos, apoyemos en la mesa (quien no apoya...), estiremos el dedo meñique y miremos para otro lado antes de dar el primer sorbo. Nuestro ritual de celebración es una más de nuestras coreografías. Por muchos años más, y por muchos a tu lado. Feliç aniversari :)

1 comentario:

Jordi dijo...

Es imposible volver a leerlo sin echar algunas lagrimillas más... Unas lágrimas de felicidad infinita.

Rituales, miradas de complicidad, ponys heterosexuales, carcajadas en el idioma que sea, absurdeces máximas y sentirte como un hermano son las cosas que harán que este satélite nunca se separe de ti.

Por todos los años que nos quedan estando al alcance de tu mano. Moltes gràcies Ami! :)