miércoles, 22 de enero de 2014

Que el último apague la luz

Hay una leyenda urbana que dice que si tomas Danacol sin tener colesterol te lo podría provocar. Como si fuera un interruptor que activa el colesterol o lo apaga. Si ya está activado y le das, te lo quita. Si está apagado y le das, te lo enciende.

La vida está llena de interruptores y nosotros pasamos de largo sin darnos cuenta de que están ahí. En ocasiones los tenemos en los morros y solo hace falta dar unos pasos hacia atrás para tomar perspectiva y verlos. A veces sucede de manera literal: abres la boca y ahí está tu interruptor.

Luego está el vértigo que nos invade a la hora de pulsar botones. Con lo que cuesta encontrarlos, no iba a ser tan fácil activarlos. Un ¡click! y ya estás en el otro lado. Debería ser sencillo, ¿no? Sumire encontró el suyo en "Sputnik, mi amor" y lo pulsó.

Oyes la música. Sales a buscar de dónde viene. Sientes que estás empezando a temblar de miedo. Abres los ojos y sonríes. Sólo hacía falta darse cuenta de que ya habías pulsado el interruptor.

3 comentarios:

Alex Pler dijo...

Click.

M'encanta el so que fa. Click. I tot encaixa.

Jordi dijo...

Me hace muy feliz ver que has descubierto que hay más interruptores de los que parece. La magnitud del miedo a pulsarlos acostumbra a ser menor que la felicidad que aporta el haberlo hecho.

Tres recomendaciones:

Escucha SIN MIEDO y CON FUEGO (De Soraya).

Y tranquilo, puedes tomar tanto ACTIMEL como quieras. Sólo tienes que ir con cuidado con el DANACOL ;)

Xavi Urgell dijo...

Click, i ja ha passat tot, Àlex :)

Oops... Quina cagada confondre el Actimel amb el Danacol, Jordi. Gràcies pels tres consells. Na, na, na, naaaa, na, naaaaa... :-)