miércoles, 26 de marzo de 2014

Espera un momento


Soy una persona paciente, aunque quizá a veces espero resultados demasiado deprisa. Quiero disfrutar de esta novela pero, por otro lado, me muero por terminarla y conocer el final. Me gusta mucho pasear por esta calle, pero también tengo una curiosidad enorme por saber lo que hay al girar la esquina. Estoy muy a gusto tomando el sol, pero quiero echarme a nadar ya para ver si el agua está tan buena como dicen. Quizá es mejor esperar y saborear el momento hasta que llegue la hora de, por fin, lanzarte.

Una vez te decides llega esa sensación. Esa sensación de vértigo como la que te domina en la cola de una montaña rusa. Mientras esperas todo son nervios. ¿Y si es tan fuerte que en vez de disfrutar lo paso mal? ¿Y si es tan floja que la espera no ha valido para nada la pena? Pero hay que esperar para que, una vez ya hayas montado, veas que era tan genial como te parecía, y finalmente puedas aparcar esa tensión nerviosa que has vivido los momentos justo antes de lanzarte, que creías que te iba a matar. Cuando vuelvas a la cola la próxima vez seguro que estás más tranquilo.

Mi amigo Alex dice en su libro La Noche Nos Alumbrará que a veces la vida no te está diciendo que "no", sino que te está diciendo "espera". Fue una de las frases que más me gustó. Fijaos qué contentos esperan los perros en la puerta del súper. Les dejas allí atados y no apartan la vista de la puerta en ningún momento. Cuando sales cargado de bolsas, esos perros se ponen tan contentos de volver a verte que parece que sea la primera vez. Quiero ser como ese perro y esperar con la misma ilusión. Sin llegar a obsesionarme, eso sí, pues las mejores cosas aparecen cuando no las estás buscando.

4 comentarios:

Alex Pler dijo...

Es una de las cosas que más cuestan pero mejor recompensa tienen: saber esperar, no obsesionarse, confiar en el resultado (sea cual sea).

Nos educan para esperar a que el semáforo se ponga en verde, pero luego siempre queremos cruzarlo a cualquier precio. Y no, todo tiene su ritmo y hemos de saber amoldarnos a él aunque los pies quieran irnos más deprisa.

Abraçades mil (i gràcies per incloure'm al teu blog <3)

Jorge Bastante dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con Alex. Muchas veces tendemos a pensar que las cosas han de realizarse en el momento en que nuestros instintos nos recomiendan. Sin embargo, también son muchas las veces que, guiados por estos, no terminamos de alcanzar los resultados que esperábamos o que, simplemente, se quedan a la mitad de camino.

Si hay algún proverbio que nunca fallará es el de "Toda espera tiene su recompensa", aunque tampoco tenemos que ser tan precavidos como para llegar demasiado tarde!

Fernando Bside dijo...

Yo ahora estoy esperando...

...un remix
...quedar con una persona
...unas cañas con unos amigos
...recuperar los datos de mi ordenador

Ya irán llegando, disfrutando de la espera y de todo lo que ello implica. Realmente hablas que también hay que disfrutar del camino, observar, pasear... A lo mejor esa espera no nos lleva donde queríamos en un principio, pero quizás es un lugar mejor o diferente.

¡Abrazos de oso!

Xavi Urgell dijo...

Recompensa, recompensa. Alex y Jorge, ¿seguro que no sois la misma persona? :-P Gracias por vuestros comentarios, chicos. Esperaré mi recompensa pacientemente :)

Eso es Fer, a disfrutar del camino, que tiene cosas bien bonitas a nuestro alcance. Un abrazo.