miércoles, 2 de abril de 2014

Sombras y luces

Una misma situación de partida puede vivirse y desarrollarse de maneras muy distintas. Esperarla con ilusión puede llevarte al batacazo si no resulta resolverse como tenías previsto, pero esperarla con miedo puede bloquear que se desarrolle con éxito. A veces no podemos controlar esta lucha interna entre el miedo y la ilusión, entre el escepticismo y la euforia, entre la precaución y la despreocupación. Pero sí que deberíamos poder cerrar los ojos, respirar y empezar a andar. Aparcar a un lado esos temores y simplemente dejarnos llevar.

Una lámpara puede hacer una luz muy bonita y a la vez una sombra muy tenebrosa. Nosotros tendemos a quedarnos con una de las dos partes: o bien nos dejamos cegar únicamente por la belleza de su luz o bien nos asustamos de lo siniestra que es su proyección en la pared. Quizá sea cuestión de echar unos pasos atrás, ver la escena en su conjunto y sonreír. Sonreír porque ahí delante sí que hay cosas que te dan miedo, pero están rodeadas de otras muchas cosas que te gustan o te hacen feliz.

Para este viernes tengo altas expectativas, mucha ilusión y, como no podía ser otra manera, también tengo un poco de miedo. Tras varias noches de teorías y discusiones, y después de estar toda la semana esquivando spoilers, por fin veré el final de How I Met Your Mother. Estoy convencido de que me va a gustar, de que voy a emocionarme y de que la espera habrá valido la pena. Pero muy en el fondo, está ese "¿y si...?" tocando los cojones. Nada, ¿sabes qué? Que llegados a este punto, creo que me va a a encantar aunque termine con una invasión extraterrestre.

3 comentarios:

Alex Pler dijo...

Em fa sentir molta nostàlgia tot el que escrius perquè se't nota il·lusionat i em recordes a mi fa 3 anys.

Sentir i disfrutar, no hi ha més secrets.

Fernando Bside dijo...

Porque al final lo que importa no es el final, importa el camino que haces hacía él y como vas a disfrutarlo. Esto es así.

¡A disfrutar!

Xavi Urgell dijo...

Gràcies pel comentari, Àlex. La vida és curta i hem de viure el moment.

Lo mismo te digo, Nando, a disfrutar cada segundo. ¡Esa es la actitud!

Un abrazo