miércoles, 5 de febrero de 2014

Aprender a dejarse visitar


Hay amigos que vienen de visita y llegan con la maleta llena de planes compartidos. Bloqueo la agenda y me preparo para volver a enseñar mi ciudad, volver a comer en aquel restaurante que tanto echaba de menos, volver a buscar un mirador adecuado para la hora del día. Volver a transmitir la pasión que Barcelona despierta en mí.

Nunca me canso. Podría recorrerla con los ojos cerrados. Podrían raptarme en una furgoneta sin ventanas y no me desorientaría. Es cuestión de soltar el freno y dejarse llevar. Sin mapa. Pasear hasta quedar extenuados. Olvidar el reloj y dejar que el tiempo vuele, aunque luego toque salir corriendo para poder llegar a todas partes. 

Cuando estás así, quedarte sin batería en el móvil sólo es grave porque ya no puedes tomar más fotos. Habrá que conformarse con recordar esos instantes, sin más. Simplemente recordarlos. El tiempo ahora es nuestro. Abrimos el grifo y dejamos que corra el agua. Hay que dejarse visitar más.

Desde las alturas el aire fluye más libre y embobados el tiempo pasa aún más deprisa. Aparecen nuevas perspectivas y parece que todo está más cerca, que todo está más apelotonado, que todo está al alcance de la mano. Hay días que desde las alturas de Barcelona se puede ver Mallorca. No parece más que una nube oscura, baja y alargada, pero es la mismísima Serra de Tramuntana. Tan lejos, pero tan cerca. Todo es una cuestión de perspectiva. Hay que aprender a ver lo que tienes ante las narices.

4 comentarios:

Alex Pler dijo...

"Hay que aprender a ver lo que tienes ante las narices."

Cuánta razón. ¡Y hay que hacerlo cada día! Seamos turistas a diario, no solo cuando hacemos de guías :)

Juanan @polillab dijo...

"Olvidar el reloj y dejar que el tiempo vuele" ¡Muchas gracias por ser un anfitrión de diez!

Antonio Maldonado Muñoz dijo...

Sabias reflexiones tras una gran visita :)

Xavi Urgell dijo...

Andar con los ojos bien abiertos, Alex :) En Barcelona o donde estemos. La belleza está en todas partes.

Gracias a ti, Juanan. Eres un modelo muy inspirador, jeje. A la próxima nos vemos en Vicálvaro!

Muchas gracias, Antonio. Hay visitas que te enriquecen de verdad :)